M de Matias
Debí haber escrito esta columna hace tiempo, pero por alguna razón la estoy escribiendo recién ahora, a pasadito un año del primer aniversario de la inauguración de nuestra tienda física.
Dije por “alguna razón” pero la verdad es que son muchas. Estas razones son las que te impiden dar un paso importante en tu vida, las que parecen brotar de la nada cuando necesitas el empujoncito para atreverte a algo nuevo, las que te dicen que esperes el momento adecuado… el estar mejor preparado. Te las recuerda tu familia, tu pareja, tus amigos y a veces gente a la que nunca le pediste su opinión. Pero principalmente eres tú mismo el que las repite a diario, en tu cabeza, cuando buscas esa iluminación divina que te de la respuesta que necesitas a una pregunta que generalmente ni siquiera es la adecuada.
Y así fue como venciendo todas las dudas, miedos, prejuicios e inseguridades tomé la decisión de renunciar a mi trabajo y cumplir mi sueño de emprender. Esta fue la cuarta vez en mi vida en la que me enfrenté a una situación en la que me daba miedo dar el paso siguiente y me convencí a mi mismo de seguir adelante y motivar a otros a seguirme. La primera vez fue cuando decidí proponerle matrimonio a Maria José, la segunda fue cuando decidimos tener a la Monse y la tercera fue cuando decidimos tentar a la suerte nuevamente con la Mai.
Estas cuatro encrucijadas de mi vida tienen mucho en común. En todas me enfrenté a un sueño que quería cumplir, que sabia que sería muy difícil (resultó ser extremadamente difícil jajaja), que no estaba seguro de poder hacerlo bien, el fracaso era una opción totalmente posible y además me encontraba en una situación bastante cómoda.
Cada uno tiene sus propias razones para salir de esta zona de confort, o al menos todos deberíamos, según mi opinión, ya que ahí es cuando disfrutamos realmente la vida. Mis motivos eran mis sueños y a mis sueños simplemente no puedo renunciar. Estos son formar una familia con el amor de mi vida, hacerla feliz, ser un buen padre y criar a una gran persona que pudiera hacer de este un mundo un lugar mejor, intentarlo de nuevo ya que vamos tan bien con la primera (jajajaja); y finalmente crear un proyecto que me permita amar mi trabajo, que sea un aporte importante para otras familias, que de trabajo digno y oportunidades a otras personas que amen tanto su trabajo como yo.
Estas son mis cuatro emes: Maria José, Monse, Mai y nuestra tienda (La cuarta M es Matías por si no habían cachado a esta altura)
No sé si un blog tiene que tener una moraleja o no. Pero si me permiten la arrogancia voy a tratar de darles un consejo. Siempre que se enfrenen a estas situaciones donde sus sueños se les presentan y tienen miedo de seguirlos, de empezar el difícil camino hacia ellos, si temen equivocarse y fracasar, piensen en esto: SI me equivoco o si fracaso, ¿me voy a arrepentir de haberlo hecho? Esa es MI pregunta adecuada.
Yo no me arrepiento de NADA.
Matias Agurto
Big Boss de 4Ms