La gran novedad del 2012, ganador del prestigioso Deutscher Spiele preis Best Children’s Game. En este original juego, las trampas no solo no están prohibidas, sino que probablemente estarás obligado a hacerlas para ganar.
Cada jugador recibe una mano de ocho cartas y gana el primero que consigue deshacerse de ellas. Por desgracia, algunas de ellas no pueden descartarse de forma normal y los jugadores deben buscar sistemas “alternativos” para librarse de ellas.